La iglesia, iniciada en 1246, con implantación a tres naves sobre arcos ligeramente ojivales, se finalizó en 1360.
La fachada en mármoles blancos y negros, como hemos visto en el Baptisterio, fue empezada en la mitad del 300 pero finalizada sólo en el siglo siguiente sobre dibujos renacentistas de León Battista Alberti, al cual se debe el majestuoso arco del portón decorado del medio, inspirado a los arcos de triunfo romanos y arriba, la elegante solución de las dos volutas que juntan los dos órdenes de la fachada.