Desde la plaza del Duomo, por calle Martelli y al lado del palacio Medici-Riccardi, se llega en la plaza S.Lorenzo, dominada por la basílica. Entre los más antiguos y viejos edificios sagrados de Florencia, S.Lorenzo fue consagrado por el grande Obispo S.Ambrosio en el año 393.
Ampliada y renovada en formas románicas en el siglo XI, a partir de 1419, fue reconstruida por voluntad de la familia Medici, que cerca de aquí tenía sus habitaciones.
En 1420 Filippo Brunelleschi presentó un proyecto suyo que fue realizado sin embargo sólo después de 1442. Los trabajos finalizaron después de la muerte del grande arquitecto en 1460. Obra maestra de la arquitectura del primer Renacimiento, el interior, a tres naves, hace resaltar una armoniosa y nítida extructura planteada sobre arcos semicirculares, elevados sobre columnas corínticas.
Una visión perspéctica caracteriza, además, todo el conjunto. El exterior, quedado bruto, tenía que definirse con una fachada pensada por Michelangelo.
Completan esta iglesia ilustre la Sacristia vieja, siempre de Brunelleschi, la Sacristía Nueva de Michelangelo y la grandiosa Capilla de los Príncipes del 600.