El gigantesco palacio fue palacio real de las dinastías de los Medici e de los Asburgo-Lorena. Entre 1865 y 1871, cuando Florencia fue capital de Italia, aquí vivió también Vittorio Emanuele II de Savoia.
El palacio fue empezado por Luca Pitti en la segunda mitad del 400 sobre dibujos, dados antes, de Filippo Brunelleschi, que se inspiró en la extructura con arcos, a los acueductos de la antigua Roma. En 1549 fue adquirido por Leonor de Toledo, mujer de Cosimo de’ Medici, al que en 1549 proclamaron como primer Gran duque de Toscana.
El edificio fue ampliado en los años 1558-1577, sobre proyecto de Bartolomeo Ammannati; otras ampliaciones, que llevaron a las colosales medidas y formas actuales, se hicieron entre 1620 y 1780. La parte más antigua, osea la que remonta al dibujo de Brunelleschi, es la central, con el grande portón de entrada y siete ventanas en cada piso.
Pasado el portón, estamos en el magnífico patio proyectado por Ammannati, que le ha dado belleza y grandiosidad. Este patio introduce al escenario encantador del jardín de Boboli.